Keyla Pérez abona semillas de esperanza ecológica en el corazón de los niños tachirenses

Héroes de carne y hueso

Estudiante de Ingeniería Ambiental en la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) y representante de Venezuela ante la Conferencia Regional de América Latina  y El Caribe 2013 de TUNZA (sección para niños/as y jóvenes del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas), Keyla Pérez no tarda en revelar sus sentimientos con lágrimas en los ojos y un corazón abierto, bien esté hablando de la lucha de sus compañeros desde las aulas o en las calles, los problemas de la población en la frontera o la destrucción ecológica en los pueblos de su estado natal.

Así que en 2013 fue elegida para representar a Venezuela para hablar de un proyecto con el colabora desde 2012, la , municipio Lobatera del estado Táchira, donde se crió, y en el cual se involucró al observar que el verdor que llenó sus ojos de niña de esperanza y sueños se estaba quedando sin árboles y sin jóvenes, ante un entorno de pobreza y degradación ambiental por la deforestación y la acumulación de basura.

En Ciudad de Panamá presentó ante otros jóvenes de todo el mundo (PDF), esta labor que combina la apicultura, los huertos familiares orgánicos, el reciclaje, la reforestación y la educación ambiental con la prevención y atención psiquiátrica de la mano de la doctora Judith Medina, médico comunitario de la población andina y presidenta fundadora de la , con el fin de promover el desarrollo social integral. “Allí conocí a personas maravillosas de diferentes países de Latinoamérica que me motivan a seguir luchando, y son una inspiración para muchos”.

“Nos hemos enfocado en la reforestación de nacientes de ríos, plantando especies nativas de la zona (Yatago, Tampaco, Samán, Fresnosentre, otros) y dando a conocer la importancia de conservar estas especies. Cuando observamos y palpamos el daño a la naturaleza  los sentimientos afloran y se toma conciencia. Por eso hago actividades al aire libre con los niños y jóvenes de Potrero de las Casas, promoviendo el cuidado a la Pachamama gracias al contacto directo con el ecosistema y dándoles a conocer la importancia de preservar y cuidar el planeta, tomando como punto focal el respeto hacia los animales que tienen el mismo derecho que nosotros los humanos y están siendo violentados”.

Aunque puede verse como un proceso lento de re-educación y nuevos hábitos, Keyla narra la iniciativa propia de escuelas como Ner 533 y el , con las que han trabajado, para hacer sus propias plantaciones y recolección de residuos. La atención integral y las estrategias como agentes de cambio la llevó a ofrecer clases de música para todas las edades, que sirve además para generar sinergia y resiliencia emocional, así como integración entre distintos grupos etarios. “Ellos buscaron sus propios instrumentos, y las clases las dan unos amigos y yo”.

En el poco tiempo libre, además, colabora con la Brigada Ecológica de la UNET, y apoya las actividades de Amor por los animales de Venezuela (APLAV).

Educar para el trabajo

Jornadas de prevención neurológica y gastrointestinal son llevadas a la comunidad con un objetivo aún mayor, impulsar un sentido de pertenencia y deseo de estancia en Potreros, que está perdiendo a sus jóvenes. “Nuestro mayor reto es generar trabajo por medio de la agricultura, la apicultura o el turismo, de forma ecológica, que también sea ejemplo para otras comunidades y educar para que los habitantes de la ciudad no depositen su basura de forma inadecuada durante sus visitas”.

Gracias a lo aprendido por medio de TUNZA y en Kenia, decidió ocupar su tiempo durante las protestas del 2014, que paralizaron casi completamente al Táchira, a recolectar semillas y sembrar árboles con niños de Potreros, así que difundir su experiencia. “Continúo dando charlas a los profesores de diferentes colegios del estado, aprovechando el espacio que me brindan en los retiros que realizan en la Casa de Encuentro y Oración San Juan de la Cruz, resaltando la importancia de impartir el tema ambiental y los hábitos ecológicos a los niños, siendo ellos el ejemplo a seguir”.

“Si amas la naturaleza vivirás plenamente, solo amándola descubrirás que es infinito lo que puedes recibir de ella”.

Puedes conectarte con ella a través de su .

 

 

 

 

 

 

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