El asesinato, en extrañas circunstancias, del líder del Colectivo Escudo de la Revolución, José Odreman, ha supuesto un enfrentamiento a lo interno del chavismo, entre grupos comunales organizados, los colectivos, y la más alta jerarquía del gobierno.
Los “hijos de Chávez”. Durante la mañana del jueves 16 de octubre, miembros de 50 colectivos caraqueños, afiliados al secretariado Revolucionario de Venezuela, se congregaron frente a las sedes del Ministerio del Poder Popular de Interior y Justicia y Paz y del Cicpc, ambos organismos ubicados en la avenida Urdaneta, para presentar un comunicado en el cual se deslindan de la Coordinadora 5 de Marzo y del Colectivo Escudo de la Revolución y rechazan la “campaña mediática de los medios de comunicación y las redes sociales” según la cual están armados y son responsables de delitos comunes y crimen organizado.
Los manifestantes se definieron, en el texto presentado, como hombres sin armas, luchadores sociales e “hijos de Chávez”.
Policías solicitados. Por su parte el tribunal 37° de Primera Instancia ordenó la aprensión de los 6 funcionarios del Cicpc que participaron en el procedimiento de allanamiento en el que resultó muerto Odreman, y cuatro de sus correligionarios: Carmelo González, José Ángel Tovar, Maikel Contreras y Jesús Rodríguez.
Las órdenes de aprensión son contra un comisario, un inspector y tres detectives, que según las versiones oficiales, practicaban un allanamiento y fueron recibidos a tiros por los miembros del colectivo.
(Archivo Sibci)
Apoyo irrestricto. A este respecto, el subdirector del Cicpc, Douglas Rico, expresó: “Sencillamente en estos momentos vamos a convocar una reunión. Se hicieron las convocatorias con los funcionarios a fin de que se pongan a derecho, afronten esta situación, y todo el respaldo que nosotros como institución le podemos dar a unos funcionarios que en actos de servicio se encuentran en esta situación jurídica”