Diez millones

Diez millones de dólares es el presupuesto anual para programas de adiestramiento al personal sobre el funcionamiento y mantenimiento del canal de Panamá. Diez millones de dólares es la cifra que ha recaudado en taquilla en el mercado interno de Estados Unidos, con 507 copias en circulación y luego de cinco semanas de exhibición, la hermosa cinta Boyhood (que tardó doce años en filmarse), de Richard Linklater. Diez millones de dólares fue la cifra que aprobó el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, para conservar el Arrecife Mesoamericano, considerado el más grande del planeta, el cual se extiende a lo largo de las costas del Caribe de México, Belice, Guatemala y Honduras. Diez millones de dólares costó la transferencia del goleador ecuatoriano Christian Benítez, del Santos al América, para convertirse en la más alta en la historia del fútbol mexicano. Diez millones de dólares (un poco menos, en realidad) pagó Christian Berdouare, dueño de una cadena de restaurantes en Florida, por la mansión de 680 metros cuadrados que poseía el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria en Miami Beach.

Todas esas transacciones fueron hechas usando dinero electrónico, por supuesto. Es decir, hablamos de dinero pero se trató de cifras que se movieron. Números que se descontaron de una cuenta para sumarse en otra. Si tuviesen que haber sido hechas con dinero en efectivo, ¿cómo se vería esa cantidad de dinero en un mismo espacio?

Al parecer, un grupo de funcionarios de la Guardia Nacional, adscritos a la Tercera Compañía del Destacamento 25, tuvo ocasión de saberlo. Según la noticia que circulo por la prensa, el pasado domingo 7 de diciembre, en el muelle 26 de Puerto Cabello, estos funcionarios decomisaron un camión que venía dentro de una embarcación procedente de Estados Unidos, el cual contenía esa cantidad de dinero.

Diez millones de dólares. Se dice fácil, como reza el lugar común.

Eso de cómo se verá toda esa cantidad de dinero en un mismo espacio sugiere, inevitablemente, otra pregunta. Ya que me resulta inconcebible imaginar cuántas pacas de cuántos billetes de qué denominación tendrían que amontonarse en un mismo espacio para producir esa cifra, no puedo dejar de preguntarme, ¿cuánto tiempo se requiere para contar toda esa cantidad de dinero? ¿Cómo se haría el cálculo –al ojo- para determinar esa cifra, a fin de dar el parte oficial al respecto?

Y a esas preguntas ruedan, como piedras en el lodo, otras que se amontonan y se empujan. ¿Dónde estaba esa cantidad de dinero? ¿Cómo es posible que alguien pueda sacarla de un banco (si fuese el caso) y llenar con ella un camión? ¿Qué operación legal permite mover esa cantidad de dinero? ¿Cómo se mueve esa cantidad de efectivo sin disparar ciertas alarmas? ¿Qué es de la vida de nuestros satélites que no están espiando al enemigo?

En su libro Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer, el narrador norteamericano David Foster Wallace notaba que, a diferencia de los anuncios publicitarios normales, en los que nos venden una fantasía, en la publicidad de los Cruceros 7NC de Celebrity a la gente se le exime del trabajo de construir la fantasía, ya que esos anuncios lo hacen por ellos. “No halagan la condición adulta de ustedes, ni tampoco la pasan por alto: la suplantan”.

No pude evitar recordar eso cuando leí que el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Diosdado Cabello, me eximía de devanarme los sesos con todas las preguntas que me he estado haciendo desde que me enteré de ese extraño caso, al señalar, de manera casi críptica, que “esa plata vino para la desestabilización”.

Es decir, que toda explicación sobra. Así como no era necesario contarla para saber cuánto era, tampoco será necesario investigarla para saber para qué era.

 

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  1. Si se suman los dolares que reciben los dirigentes opositores, es posible que se supere esa cantidad. Ademàs es sabido que ese dinero se distribuye en efectivo, para esquivar al fisco nacional; recuerden a Caldera recibiendo dolares en efectivo, y al padre de Capriles pidiendo que se los dieran en efectivo. Es pùbico la cantidad de dolares que destinan los EEUU para “salvar” a Venezuela por medio de sus “democràticas” Organizaciones que operan desestabilizando en toda America latina. Eso supera largo los Diez millones de dolares. Otra cosa, el narcotrafico opera con dolares en efectivo, el lavado de dolares tambièn. Lo importante es saber quièn es el o los operadores, el origen, y el pa’donde.
    ¿10.000.000 de dolares? USA ha gastado mucho màs en desestabilizarnos. Y no ha podido. Es seguro que gastarà màs, mucho màs, porque el pote que obtendrà es gordo.

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