Cuatro historias de lactancia

Cuando yo estaba embarazada varios comentarios surgieron a mí alrededor. Como mujer, inmigrante, en una cultura diferente, en un país diferente, y sin familia, el embarazo representa una fuente de preguntas o recuerdos de infancia. Estar embarazada en Francia es diferente de estar embarazada en Venezuela. El parto en Francia es diferente al parto en Venezuela. La lactancia en Francia es diferente a la lactancia en Venezuela.

Este dossier representa una parte de mis inquietudes con respecto a la noción de “maternidad” en dos países diferentes: Francia y Venezuela a través de cuatro entrevistas: dos madres venezolanas y dos madres francesas en dos épocas diferentes, además de encuentros y entrevistas con personal del cuerpo médico francés.

Lactancia y feminismo a la francesa

Las relaciones entre el feminismo y la lactancia materna no han sido siempre fáciles. Esta relación depende en efecto de diferentes épocas y de diferentes países. En este caso haremos una breve descripción de Francia y Venezuela de los años 80 y de la actualidad.

Segun Claude-Suzanne Didierjean-Jouveau el feminismo francés en cuanto a lactancia materna suele dividirse en dos corrientes: La primera corriente trazada por Marie Béquet de Vienne creadora de la Sociedad de Lactancia Materna en 1876. La segunda designada por Simone de Beauvoir en su libro “Le deuxieme sexe”. A grosso modo, siempre según Claude-Suzanne Didierjean-Jouveau las nociones de lactancia materna suelen dividirse en:

  • Las funciones biológicas femeninas tales como la menstruación, el embarazo, y la lactancia materna entre otros, debe ser un motivo de orgullo para el género femenino.
  • El combate principal debe ser la obtención de una estricta igualdad entre hombres y mujeres, en el cual entran los deberes domésticos y el cuidado de los niños.

 

Según como se consideren estas variantes, las nociones de “maternidad” y de lactancia materna serán vistas, en el caso francés, ha sido visto como una exaltación del poder femenino o como una tarea esclavizante.

Estas tendencias fueron constatadas en una entrevista hecha con el Dr Laurent Dulman Medico ginecólogo del Hospital du Nord Parisien: así que por algunas animadoras de La Leche League[1].

“…Hay pacientes que prácticamente tengo que empujar a la lactancia materna[…] la mediana hoy en día en Francia de lactancia es de 31 dias… te das cuenta que poco es? Francia es un mal alumno si tomamos las estadísticas europeas y los países del norte” (Dulman, 2013)

… “Aquí han llegado mujeres que me han dicho que amamantan porque la Organización mundial de la Salud lo dice […] hay muchas que no amamantan porque quieren si no porque les dicen que hay que hay hacerlo” (Ruiz, 2013)

 

Lactancia en Francia

Hacia el final del siglo XIX y principios del siglo XX el discurso feminista francés estaba orientado hacia una lucha por los derechos de las mujeres en tanto madres y trabajadoras, para el momento se hablaba de la lactancia como un deber natural. Así, la campaña contra el “biberón” y el empleo de “matrona” fueron citadas en los periódicos feministas de la época, los cuales indicaban también que necesidad de resucitar la “maternidad integral” [2]

Durante esta época el trabajo de Marie Béquet de Vienne y la Sociedad de Lactancia Materna, estimula a las madres de escasos recursos a la lactancia. De la misma manera, lucha también por la adquisición de derechos que permitan a las madres amantar a sus hijos. En este sentido se ponen a disposición, a través de la ley del 5 de agosto de 1917, la “hora de la lactancia” y “las habitaciones de lactancia” en las oficinas, además el Estado otorga por ley asistencias financieras para las madres en periodos de lactancia. A pesar que estas leyes fueron ampliamente transgredidas, las feministas francesas pusieron, tanto la maternidad como la lactancia, en el pleno corazón del debate sobre los derechos de las mujeres. Para el momento la preocupación principal fue la adquisición de derechos y reconocimiento de la maternidad en el mundo laboral.

Sin embargo después de la segunda guerra mundial y hasta los años 70 el discurso feminista cambio radicalmente, para concentrar su combate en favor de la contracepción, y sobre todo estableció una lucha por el derecho al aborto.

Absolutamemente no! Yo no quería dar pecho!, de todas formas eso no se hacía en mi tiempo, además es muy fatigante, yo quería que Olivier [ su marido] hiciera cosas también (Christine 54 años) 

 

El libro “El segundo sexo”, de Simone de Beauvoir ha influido mucho en la visión de la maternidad. En el caso de Francia, alrededor de 1949 el aborto no era legal, el compromiso asumido por Beauvoir en estos años fue justamente de considerar el aborto como el corazón del debate. Esta autora aborda en este libro la cuestión de la alienación de la madre en relación con su hijo. Ella sostiene que muchas veces el amor de una madre no es auténtico y que la educación es a menudo difícil. Sin embargo las dificultades son llevaderas si se trata de un niño, pues, según la autora, los niños benefician de mayor prestigio. Beauvoir, trató de ver lo que ella consideraba dos ideas pre concebidas:

  • que la maternidad no significa necesariamente la felicidad para una mujer puesto que es una tarea difícil para ellas
  • Ella exalta la independencia femenina a través de la actividad en el mercado de trabajo; en consecuencia hay una cierta incompatibilidad entre el trabajo y la lactancia.

En 1975, organizaciones como La Leche Legue comienza sus actividades en Francia a través de una animadora instalada en París. En ese momento hubo una reticencia francesa a la lactancia prolongada, en principio, debido a la falta de información del personal médico sobre el tema. En segundo lugar, la información y preparación que el personal médico podía darles a las madres. En tercer lugar, el poder de la industria láctea y la fuerte presencia en los medios publicitarios de productos lácteos para bebés. A esto hay que añadir la ausencia de una política seria sobre la lactancia materna. Y aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras organizaciones internacionales recomiendan la lactancia materna, Francia en 2001 era  uno los pocos países europeos sin tener una “Comisión Nacional de Lactancia Materna”.

La cuestión laboral en Francia y la lactancia

La cuestión del trabajo femenino a menudo ha alimentado muchos debates dentro de las diferentes organizaciones de apoyo a las madres. Por lo tanto, la importancia de valorar las mujeres a través de la integración en el mercado de trabajo es especialmente importante en Francia. Las estadísticas de reintegro al mercado laboral después del parto están entre las más altas de Europa. En algunos casos, hay una presión social importante para la integración de la mujer al mercado laboral, especialmente en el caso de las graduadas. El autor Sandre-Pereira explica que persiste la idea de dejar de amamantar para reintegrar rápidamente el trabajo, sobre todo en el caso de las mujeres de las clases medias y que han tenido acceso a estudios superiores. Este grupo entre en fricción con el grupo de madres que han decidido dejar de trabajar para cuidar a sus hijos.

Tal es el caso de Anne:

         “Cuando estaba embarazada de mi hija, empecé a sentirme incomoda en mi trabajo porque mi jefe me presionaba más de lo normal, así que decidí tomar un tiempo, pero luego me di cuenta de que no quería volver a trabajar, decidí cuidar a mi bebé. Así que decidí no trabajar y no correr para llevar mi bebe a la guardería, […] yo no tuve un hijo para que alguien más me lo crie […] Desde que Brunelle nació, me decidí a trabajar en casa, pero por una parte el teletrabajo no se entiende en Francia, y por otra parte  nadie entiende que yo prefiera quedarme encasa y cuidar mi bebé ir a trabajar en otro lugar […] Bueno, afortunadamente, tengo algunos ahorros y mi trabajo me permite ganar un poco de dinero, así mi marido no tiene que aguantar todo el costo de la casa”

 

La conciliación de la vida familiar y la vida laboral de las mujeres francesas es esencial. Es por esta razón que ni la lactancia, ni la maternidad, y mucho menos trabajar como “ama de casa” se han registrado en el reconocimiento de la reivindicación de los derechos de las mujeres, y que no reciben beneficios ni las pensiones, como es el caso en Venezuela.

Lactancia en Venezuela

En Venezuela, la tasa de empleo formal entre hombres y mujeres es dispareja, así entre la distribución de empleos formales es de 82% para los hombres y 47,3% entre las mujeres. La participación de la población en la producción de 42,7% de la población total, es decir alrededor de diez millones de personas, 3,7 millones son mujeres. La tasa de inactividad se establece alrededor del 18% en hombres y 52,7% para las mujeres, incluso entre los “inactivos” alrededor de 2,9 millones de mujeres dedicadas a “quehaceres” considerados trabajo de las mujeres. Los hombres declarados “inactivos” son aproximadamente 32.948, ya que se considera una tarea exclusivamente femenina con la división sexual del trabajo. Además, la inseguridad laboral ha empeorado, y los indicadores muestran un aumento en el sector informal de la economía, que es de 40 a 53% entre 1993 y 2000.

A mediados de los años ochenta el impacto de la crisis económica ha afectado a los hogares de bajos recursos. Los años ochenta fueron llamados década perdida debido al estancamiento o disminución de los indicadores socio-económicos de la población. Una de las manifestaciones de la caída de los ingresos del hogar, ha sido la presión para generar una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral ya deprimido. Esto pone a las trabajadoras en condiciones de especial vulnerabilidad, debido a la desigualdad social tradicional que presentan las mujeres. Los organismos internacionales como las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT); han reaccionado en favor de una promoción del desarrollo de políticas de protección social para las mujeres y en particular para aquellas que trabajan. En Venezuela, desde 1984,se ha introducido la preparación de la propuesta nacional para participar en la Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los Logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer. Esto resultó ser un marco para el tipo de participación que se dio y logros en el debate sobre la situación de la legislación laboral.

Sin embargo, a pesar de nuevas formas jurídicas de la integración de la mujer en el mercado laboral en Venezuela, nada mas el decreto de Ley parece haber tenido un impacto en la reducción del empleo femenino permanente en el sector privado, esto lleva a formas de expansión del empleo femenino que no están cubiertos por las protecciones del Código de Trabajo (LOT) como: trabajo desde la casa, el trabajo temporal, informal y los servicios domésticos. Sin embargo, este punto no está claro, debido a la acción de otros factores atribuidos a la fuerte contracción de la actividad económica en los años noventa. Esta situación económica ha tenido una tendencia a empeorar, agravando la discriminación negativa ya persistente contra la mujer con respecto al acceso al empleo. Por otro lado, hay una falta de respeto a la ley a través de diversas formas, tales como el requisito de la prueba de pre-empleo, solicitud de pruebas de esterilización, o de la presión haciendo presión sobre la trabajadora por un próximo retorno  al  trabajo, incluso antes del final de su permiso pre- o post natal.

Tal es el caso de Rosa

“Cuando yo estaba embarazada, tuve varias entrevistas en una empresa, pero ellos me pidieron una prueba de sangre y fue allí que yo supe que estaba embarazada, así que no me dijeron para trabajar […] de todos modos, mi marido también había hecho la postulación en la misma empresa, y él sí, él consiguió el trabajo […], me parece que ya para el momento daban puestos de trabajo un poco más fácil para los hombres que para las mujeres […] y en otra entrevista me dijeron que necesitaba la prueba de un ginecólogo diciendo que yo estaba en tratamiento anticonceptivo, pero yo quería tener otro hijo, asi que me canse y me encontré un empleo de limpieza donde me podía llevar de vez en cuando  a mis hijos y donde no me decían nada por darle teta, pero eso fue suerte porque eso no es en todos lados”

A pesar de los retos de equilibrar el trabajo y la actividad de la vida familiar, de acuerdo con los estudios, amamantar Venezuela sigue siendo la principal fuente de nutrición para los bebés de 0-6 meses.

Las investigaciones realizadas por el “Centro de Estudios sobre el crecimiento y desarrollo de la población venezolana” (Fundacredesa) sobre las tendencias de la lactancia materna exclusiva, muestran que entre 1981 y 1995 se produjo un ligero aumento de la práctica. La información recogida en el “Proyecto Venezuela” en los años 80 demostró que más del 6% de las madres con lactancia materna exclusiva a sus bebés durante los primeros seis meses de vida, esta cifra superó en zonas rurales (87%) y grupos sociales desfavorecidos (90%). El estudio sobre “las condiciones de vida de los venezolanos”, realizado en el área metropolitana de Caracas y otras 10 ciudades, Fundacredesa informó que la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses aumentaron de un 13% en 1992 a 20% en 1995. En este trabajo llama la atención sobre la fuerte adhesión (8,7%) la lactancia materna exclusiva entre el cuarto y sexto mes en Caracas con los datos nacionales antes citados, lo que podría deberse a los esfuerzos para mejorar eficacia en el aumento de las tasas de lactancia materna exclusiva a nivel nacional. Pero sobre todo, es importante señalar que es principalmente la situación económica actual en Venezuela y el alto costo de la leche de fórmulas y otros alimentos especiales para niños pequeños no permite el acceso de las clases populares a este tipo de alimentos.

En Venezuela son los factores socio-economicos que juegan un papel importante en el deterioro de la lactancia materna, pueden haber cambios en la estructura social, sobre todo a nivel familiar. La estructura de la familia venezolana a menudo se basa en grupos de monoparentales respaldados por las mujeres. La entrada de la mujer en el ámbito del trabajo, la era de la industrialización que tiene que ver con la economía, y la migración del campo a la ciudad, son factores que sin duda han influido en casi la erradicación o el abandono de la lactancia materna exclusiva.

En un estudio realizado por la Escuela de Enfermería de la “Universidad de Carabobo” encontró que el grupo de madres que abandonaron la lactancia materna exclusiva se predominantemente de zonas urbanas (70,0%). El grupo de madres en los estudios pertenecientes a las zonas rurales continúa sobre la lactancia 30.0%. Mientras que en el grupo de mujeres con un hijo, van a continuar la lactancia materna exclusiva, casi a partes iguales entre los dos grupos (50,0%) o de origen urbano o rural. Existe una asociación significativa entre el abandono de la lactancia materna exclusiva y el origen geográfico de las madres no se ha establecido. Sin embargo, se observa que las madres amamanten a menos en las zonas urbanas que en las rurales, puede ser debido a que el factor social que influye en el deterioro de la lactancia materna exclusiva debido a cambios en la estructura social, especialmente los roles cambiantes dentro del ámbito familiar y el ingreso de las mujeres en el mundo del trabajo remunerado.

El caso de Adriana:

“Dar teta en Venezuela es una prueba de paciencia y resistencia, si no tienes trabajo tienes que ingeniártelas, tienes que redondear el fin de mes, yo soy profesional y estoy haciendo collares, porque si no me toca correr con ese muchacho guindando con la teta al aire. Si tienes trabajo entonces te acosan en el trabajo, si tienes la suerte de tener marido, hay que agarrar ese hombre porque este pais esta lleno de mujeres solas como mi mama o como yo, y por si fuera poco este gobierno no colabora y la escasez de leche hace que asi tu no quieras tienes que darle teta al bebe porque si no se te muere de hambre[…] y aun asi chica uno hace todo lo posible por amamantar hasta antes que entre en la escuela […] yo sere masoquista pero yo la haria de nuevo.”

 

La aproximación a las diferencias culturales en la lactancia materna en el caso francés, la influencia de una cultura que valora a las mujeres por su trabajo tiene implicaciones directas en el tiempo de lactancia. En el caso de Venezuela, más bien los imperativos económicos de las mujeres que influencian la duración de la lactancia materna.

En lo que a mí respecta, este dossier me una mejor comprensión de mi entorno inmediato. En Francia, hay una presión social para dejar de amamantar y la reanudación del trabajo, esta presión se observa en diferentes estratos socio-económica. En Venezuela, la presión es puesta sobre la mujer que decide continuar trabajando teniendo los recursos económicos para quedarse en casa para cuidar a sus hijos.

La siguiente foto fue tomada el 23 de enero en marzo de 2013, y forma parte de un tipo de mentalidad que puede incluirse dentro de las nociones imaginarias de “La Madre”. Por otra parte en Venezuela tenemos los esfuerzos del gobierno para poner presión sobre las mujeres en relación a la lactancia materna, además  proyectos de ley relacionados con el tema. Sin embargo el primer obstáculo a otro tipo de alimentación y a la noción de “opción” es la grave escasez de productos alimenticios incluyendo la leche y la leche especial para bebés.

[1] La leche league es una asociación internacional que promociona la lactancia materna. La lega de la leche fue creada en 1956 en Frankiln Park en Estados Unidos por Mary White y Miriam Tompson con el fin de informar a las madres sobre la lactancia materna.

[2] La Fronde y los periodicos feministas en francia

Cantaura La Cruz

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