Diálogo y pobreza
Aunque no esté de acuerdo con el proceso de diálogo entre el gobierno y la MUD, es indiscutible que los venezolanos debemos dialogar sobre la superación de la pobreza en el país.
Al esfumarse la “ilusión de armonía” que se percibió en Venezuela, desde hace unos 25 años, el tema de la pobreza ha estado presente en el verbo de los políticos más influyentes de nuestro país, sin que hasta la fecha se hayan revertido los factores estructurales que producen esta condición.
Bien sea por prejuicios sociales, cálculos económicos o conveniencia política, pese al relativo consenso de que Venezuela debe mejorar las condiciones de muchas familias pobres, existen puntos de vista que no facilitan los acuerdos sobre este tema, por lo que cualquier aproximación se reduce a cuestionar el pasado para justificar el momento presente, y viceversa, sin reconocer que las políticas de la cuarta y de la quinta aún no han logrado los resultados esperados por las grandes mayorías.
De tal modo que asistimos a una suerte de uso y abuso de la pobreza, pues los indicadores sobre esta materia son aprovechados para atacar al poder cuando se está en la oposición, pero cuando se ocupan posiciones de gobierno sirve de justificación ideológica para conservar una hegemonía frente a los “enemigos” de los pobres, con el agravante de que no se admite discusión alguna sobre cómo medir o mejorar los resultados de esta lucha.
Para encarar este tema es oportuno superar de una vez por todas los planteamientos clasistas y excluyentes sobre la pobreza que no hacen otra cosa sino profundizar la conflictividad entre los venezolanos, así como también es pertinente confrontar aquellas perspectivas demagógicas que subestiman a los pobres, al extremo de haber escuchado decir de un funcionario público de nuestro país que a los sectores populares “no los sacaremos de la pobreza” porque podrían volverse de “escuálidos”.
Desde una perspectiva emprendedora, y también liberadora, estamos convencidos que tales posiciones no solo nos estancan como sociedad, sino que nos condenarían a una eterna polarización, pues desde el poder es más fácil y hasta “conveniente” ofrecerle al pobre una relación de dependencia y señalarle un “chivo expiatorio” con quien justificar su infortunio.
Es momento de reconocer que la redistribución de la renta petrolera no puede ser el único mecanismo de atención a quienes han estado excluidos, por lo que urge dinamizar la economía y no satanizar ni la existencia de empresas ni a los emprendedores. Todo esto a la par de lograr alianzas para ensanchar las oportunidades, capacidades, potencialidades de quienes hasta ahora solo han estado en condición de sobrevivientes de un país que les puede ofrecer algo más que dependencia y sumisión.
A este respecto los emprendedores sociales tenemos mucho que aportar, pero solo es posible reconociendo las diferencias y aceptando las opiniones de quienes piensan distinto a ti. Desde aquí apostamos porque el día de mañana podamos constatar que hubo un fructífero diálogo para fortalecer la convivencia y superar la pobreza en vez de lamentar la pobreza de un diálogo que nunca fue. #LaCosaEsEmprender
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Totalmente de acuerdo, muchos venezolanos como tú dispuestos y formados para emprender y aportar a un desarrollo empoderado en nuestro país, unos por necesidad y otros creando oportunidades, son un talento humano que apuesta por hacer aportes de valor social significativos y sostenibles.
Responder a este comentarioSiento que vivimos un cambio de paradigma hacia el Desarrollo Humano, trabajemos en eso.
“LaCosasEsEmprender”
Saludos Felix estupendo trabajo.