El venezolano en busca de sentido

En la actualidad Venezuela parece vivir un tipo de polarización que supera la polarización política que hemos afrontado desde 1999, esta polarización divide a los venezolanos entre los pesimistas, que no ven solución a los problemas que afronta el país, y quienes -a pesar de las adversidades- siguen apostando por sacar adelante sus iniciativas y con ello contribuir al reimpulso de nuestra nación ¿Será sensato entonces de hablar de la existencia de un conglomerado de seres optimistas en nuestra sociedad?

Para dar respuesta a esta pregunta, quiero salirme de la discusión -entre los juicios de la desesperanza aprendida o del optimismo superficial-, para vernos en las lecciones que cómo salir adelante pese a las situaciones extremas por las que se pueda pasar, pues, aunque mucho paisano lo dude, otras sociedades han logrado sobreponerse a situaciones extremas.

Entre muchos ejemplos que podemos citar, quiero detenerme a recordar el legado que nos dejó Viktor Frankl (1905-1997). Este neurólogo y psiquiatra austriaco sobrevivió entre 1942 y 1945 a varios campos de concentración nazis, dedicándose en aquel difícil período a prevenir suicidios entre los prisioneros. Al culminar la guerra se entera que tanto su esposa como sus padres fallecieron en esos campos de concentración frente a los cuales él mismo resistió.

¿Qué debería hacer yo con esto que viví o estoy viviendo? fue una de las inquietudes que impulsó a Frankl a escribir su famoso libro “El hombre en busca de sentido”, donde describe la vida del prisionero de un campo de concentración. Algunas de sus propuestas más notables son:

1) ¿Qué significa desesperanza? Es sufrimiento sin propósito; 2) en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir; 3) Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias adversas; 4) la libertad es elegir una actitud ante cualesquiera que sean las condiciones que enfrentemos.

De estas poderosas ideas se desprende que aquellos que tienen un porqué para vivir tendrán mayor chance, no solo de sobrevivir, sino de hacer posible que aflore el potencial que transforme un anhelo en un logro, o una tragedia en un triunfo.

Pese a las nubes negras que nos rodean: ¿Tiene sentido procurar darle sentido a nuestra existencia o nos entregamos al miedo, el resentimiento y la resignación? Estemos dónde estemos vale la pena que los venezolanos no evadamos esta pregunta y, de modo individual y colectivo, encaremos el reto de desarrollar propósitos propios que nos permitan superarnos, o sumarnos a iniciativas de gente que está construyendo narrativas que nos inspiren a seguir adelante. Siempre pero siempre tendremos la libertad de decidir nuestra actitud ante las adversidades. #LaCosaEsEmprender

 

Comentarios

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: