La calle se comparte, la acera se respeta

Para nadie es un secreto que las aceras de nuestras ciudades tienen grandes defectos que nos afectan a todos quienes caminamos o desplazamos como la forma más común y concurrida de movilizamos, el principal defecto por lo general es el reducido espacio que ofrecen, esto anudado a la situación de abandono en las que se encuentran la gran mayoría de ellas, hace que el caminante viva una odisea a la cual es preocupante que se adapte.

Considero que lo peor de esta situación es la actitud que, sin miedo a equivocarme, han adoptado gran parte de los peatones quizás resignados – o acostumbrados – al reinado del motorista que los minimiza inclusive ante el justo reclamo del pequeño espacio público que les queda en la ciudad; esta falta de reclamo justificado, dirigido y organizado es una de las principales causas de la distorsión de las políticas públicas que se vienen ejecutando no solo en nuestras ciudades, sino en muchas ciudades del mundo donde los verdaderos reyes y reinas, que deberían ser quienes andan a pie, son usurpados por quienes andan detrás de un volante o moto, ocupando más espacio público e impactando negativamente nuestro ambiente y salud colectiva.

Cuando el ciudadano de a pie se vuelve conformista, o simplemente se acostumbra a la situación debido a la falta de organización y apoyo de otras personas - que ya sea por obligación o gusto ejercen la misma rutina de caminar la ciudad – pueden pasar cosas peores que tener que convivir con carros y motos atravesados que usan de estacionamiento las aceras, o quizás motos burlando el tráfico de la calzada usando la acera como escape, o en otros casos aceras con alcantarillado defectuoso o incluso ausente.

Piramide

Pero, con todo este preámbulo… ¿Qué pudiese ser peor para el caminante? Esta vez la pregunta no es tan retórica, y sin lugar a dudas lo peor es agregarle un sujeto más contra quien lidiar día a día, y que de paso esta vez ese sujeto carezca de motor y promueva otra forma de movilidad sustentable. Ciertamente hablo de los y las ciclistas, y hago este enfoque porque recientemente la comunidad caraqueña celebró un logro para la ciudad que es contar con una ciclovía aislada del tráfico motor a lo largo de toda la avenida Bolívar, no obstante fue alarmante en primera instancia que las autoridades hayan tomado la decisión de utilizar parte de la acera para construir este canal especial, trayendo como consecuencia menos espacio al peatón al momento de que los ciclistas circulen, especialmente en zonas de congestión peatonal. Algunos urbanistas y activistas de la movida ciclista expresaron su descontento ya que la primera regla que cada ciclista aprende e interioriza en iniciativas permanentes como la “Bici Escuela Urbana“, en este caso organizada por el colectivo “” desde hace más de dos años, cada dos sábados en la UCV, es: “Prioridad para los peatones”.

Lamentablemente a pesar de las expresiones y manifestaciones oportunas de la comunidad ciclista organizada a través de sus especialistas, las políticas de construcción de las ciclovías en Caracas siguen optando por quitar espacio al más vulnerable. En esta oportunidad la gota que derramó el vaso fue cuando sin previo aviso a la comunidad de la zona – incluidos vendedores informales, artesanos y vecinos -, comienzan obras en las aceras de las salidas de las estaciones del metro de Plaza Venezuela y Bellas Artes; al principio no se entendía si eran obras para mejoras en las mismas, sin embargo el tiempo y nuestra curiosidad reveló la verdadera intención, lo que originó una respuesta inmediata por parte de la comunidad de ciclistas organizados a través de un dirigido a la Alcaldía del Municipio Bolivariano Libertador con copia al Gobierno del Distrito Capital y al Ministerio de Estado para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas – hoy día Comisión Presidencial –  que firmaron activistas de la . Definitivamente no queremos ser un problema más, estamos destinados y empeñados a ser parte de muchas soluciones.

En lo personal considero que la respuesta inmediata debió promoverse desde la base de los más afectados, que en este caso son los peatones, y nosotros, como comunidad organizándose, ser quienes den el respaldo y apoyo en la denuncia, no obstante no fue así. Es lógico que al no contar con una organización o agrupación que defienda estos derechos al espacio de la movilidad a pie, muchos de esos activistas peatonales se sumen y apoyen las iniciativas de la organización ciclista, bajo la premisa que todos somos peatones.

Este lunes 13 de octubre de 2014 se tiene prevista una actividad desde las 5:00 pm – hora de mayor congestión – a lo largo de la acera sur – ya destruida – de la Av. México, sentido este-oeste. La pronto estará siendo publicada en diarios de circulación local y nacional, especialmente el mismo lunes. Nuestra intención es dar , que si bien en muchos lugares del mundo existen ciclovías donde pueden convivir peatones y ciclistas, esta zona concurrida no es precisamente la idónea para aplicar esa teoría. Aparte haremos una actividad de sensibilización que ponga en manifiesto nuestro rechazo a la postura que han adoptado las autoridades al no tomar en cuenta a la comunidad organizada para los planes de infraestructura en pro del uso de la bicicleta como medio de transporte, queremos expresar que estamos prestos a aportar siempre respetando lo que hoy día pregonamos al rodar…

La calle se comparte, la acera se respeta.

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Luis Calderón


Ciclo-Activista Urbano / Contador Público
Co-fundador de Bici-Aventuras Caracas y Cicloturismo Venezuela
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