Fracking: Una vaina no tan loca

El fracking se ha usado en Venezuela y no es una vaina loca como insinuó el presidente Maduro en una alocución. Informes de PDVSA,  o declaraciones de Rafael Ramírez así lo demuestran. Un reportaje de Rafael Uzcátegui.

El 25.12.14 el portal digital de la estatal Agencia Venezolana de Noticias (AVN) difundía una nota en la que se aseguraba que el fracking, un método para extraer petróleo y gas del subsuelo, estaba siendo utilizado por los Estados Unidos “para ocasionar la caída de los precios, y a la vez, afectar las economías de los países exportadores de hidrocarburos”. Recordemos el contexto: el precio del petróleo venezolano, que alguna vez estuvo por los 160 dólares por barril algunos años antes, orbitaba los 50 dólares por barril. La disminución de ingresos por parte del rubro que constituye el 95% de las exportaciones del país, encendía las alarmas en momentos en que se dependía de la importación de bienes y servicios para garantizar su abastecimiento dentro del territorio.

Sin embargo, los vaivenes del mercado internacional eran conocidos por los operadores gubernamentales. En una conferencia de junio de 2012, Rafael Ramírez advertía sobre “cambios radicales” del panorama energético mundial por, además del ascenso de la producción de petróleo y gas mediante fracking, por el hallazgo de yacimientos en zonas árticas y aguas profundas del planeta, así como por la consolidación de China y la India como mercados consumidores de minerales e hidrocarburos. Lo que no vaticinó, el por entonces ministro del poder popular de petróleo y minería, era la posibilidad que los Estados Unidos hiciera realidad la promesa realizada en el año 2001 por George W. Bush, justo después del atentado a las Torres Gemelas, de garantizar la autosuficiencia energética del país y erradicar la dependencia en el suministro por países que consideraba “poco amigables”.

En ese mismo año del discurso del ministro Ramírez, Venezuela era el tercer suplidor de petróleo a la tierra del Tío Sam, apenas detrás de Canadá y Arabia Saudita, mediante el envío de 0,93 millones de barriles diarios. Estados Unidos poseía importantes reservas de petróleo, que no habían sido explotadas debido a limitaciones tecnológicas para su extracción que han comenzado a ser superadas. En ese 2012 se preveía que el aumento de la producción norteamericana pondría a ese país como el mayor operario de crudo y gas sólo ocho años después, en el 2020.

Una técnica centenaria

Durante su alocución del 04.01.15 el presidente Maduro se refirió, quizás parodiando una conocida canción de su ministro de deportes “Potro” Álvarez. Sin embargo, esta modalidad tiene más de 100 años de desarrollo y uso. En un trabajo del ingeniero Diego J González, citando el libro del periodista Russell Gold, se hace una cronología del fenómeno. Patentado en 1866 por Edward A. Roberts como un torpedo consistente en un explosivo en el fondo de un pozo petrolero, previamente lleno de agua para “fracturarlos” y hacerlos producir. El invento cayó en desuso tras los descubrimientos de pozos petroleros que no necesitaban ser implosionados para generar regalías. Después de diferentes innovaciones a la técnica original en 1998 Nick Steinsberger creó el fracturamiento moderno, usando agua a presión (entre 5 y 6 millones de galones por pozo) mezclada con químicos, en vez de pólvora.

Venezuela no se mantuvo ajena al desarrollo de técnicas para la industria petrolera. En 1962 el informe “Aspectos de la Industria Petrolera en Venezuela”, presentado por la Creole Petroleum Corporation dedicó una sección al “Fracturamiento Hidráulico” seguido por el “Fracturamiento con arena”. Similares registros de uso de esta técnica en el país pueden ubicarse en textos de la industria de los años 1971, 1984 y 1989.

Las críticas

Francia y la costa este de Estados Unidos –donde se encuentra Nueva York- han prohibido el uso del fracking. En América Latina la discusión sobre sus efectos en el medio ambiente comenzó cuando el inicio de la exploración del yacimiento de Vaca Muerta, en el territorio de los pocos mapuches que quedan en Argentina, se anunció el uso del fracturamiento hidráulico por parte de la dupla Chevron-YPF. La coalición “Argentina sin fracking” enlista sus impactos socioambientales de la siguiente manera:

  1. - El agua inyectada se aloja en las fallas geológicas, incrementando la actividad sísmica
  2. - El aumento de explotación del gas natural supone la liberación de gas metano a la atmósfera, agravando el problema del cambio climático
  3. - El desplazamiento de camiones con insumos y logística para la fractura supone ampliación de las emisiones indirectas de gases de efecto invernadero
  4. - Implica un aumento de la ocupación del territorio para actividades energéticas, en detrimento de otras como la agricultura. Además, supone la construcción de infraestructura que conlleva nuevos impactos al medio ambiente.
  5. - Los químicos utilizados en la fractura son, en una gran proporción, potencialmente cancerígenos.
  6. - El ingente uso de agua para la actividad minera puede agravar problemas de acceso al líquido para comunidades indígenas y campesinas.

PDVSA y fracturamiento

Elie Habalian, experto petrolero y ex gobernador del país ante la OPEP, nos respondió de la siguiente manera sobre si en Venezuela es necesario el uso de esta técnica en la industria petrolera: “En nuestro país no es necesario utilizar el Fracking porque tenemos suficientes reservas de crudos convencionales y extrapesados como para no tener que recurrir a dicha tecnología”. Por su parte, el también experto en la materia, ingeniero Nelson Hernández, nos respondió sobre el tema: “La aplicacion en Venezuela y cualquier parte del mundo va a estar en función de la porosidad de un yacimiento. A menor porosidad le va bien un fracturamiento…y eso es lo que ocurre con las lutitas y las calizas –materiales que se encuentran en los yacimientos- que son de porosidad baja”.

El propio Rafael Ramírez ha difundido cifras sobre la cantidad de petróleo en el país que sólo podría extraerse mediante fracking: “Nosotros, por cierto, tenemos una reserva de más de 13 mil 400 millones de barriles de petróleo de esquistos, está en la cuenca del Lago de Maracaibo, sólo que la explotación del petróleo de esa forma, petróleo y un gas que está atrapado entre las piedras, lo que se hace es que se perfora, no existen en yacimientos ni en arena, sino que están entrampados. Lo que se hace es que se perfora y se fractura utilizando altas presiones hidráulicas. El punto es que tiene un altísimo costo ambiental”.

De esta manera Ramírez se suma a las preocupaciones expresadas por el movimiento ambientalista en el resto del mundo, y que han sido reiteradas por el propio primer mandatario: “seguimos defendiendo el precio justo –del barril de petróleo- y sin fracking, a fin de cuidar también el ecosistema en la mayor medida posible”.

Las afirmaciones de ambos funcionarios sugieren que el fracking ha sido erradicado de las prácticas de la estatal PDVSA, por lo menos desde que el proyecto bolivariano ejerce la primera magistratura en el país. ¿Esto es así?

Revisando el sitio web de PDVSA se encuentran registros de uso de esta tecnología en años recientes. En el año 2006 en la publicación institucional “Contacto con la Nueva Pdvsa” correspondiente al mes de agosto se lee: “A través de la Gerencia de Yacimientos del Distrito Social Norte –Maturín-, llevó a cabo con éxito la técnica de fracturamiento hidráulico, la cual permitió un aumento significativo de la producción en 11 pozos”. Tras informar sobre los niveles de aumento de extracción se asegura: “Debido al éxito obtenido, se estima que el fracturamiento hidráulico se aplique a más pozos durante el 2006, lo que ayudará a cumplir las metas del Plan Siembra Petrolera en el período 2006-2030”. Años después, en su Informe de Gestión Anual 2011, se asegura: “Fracturamiento del pozo TP-4, campo Tropical de Petroquiriquire, con un aporte de 657 barriles de petróleo diarios BPD (…) y fracturamiento del pozo -gas- RPN-62, Distrito Anaco”. Asimismo, se informa sobre Productora de Bauxita Sinterizada (PROBASIN) Planta perteneciente a PDVSA Industrial, “productora de Bauxita Sinterizada, para fracturamiento hidráulico y empaque de pozos; ubicada en Puerto Ordaz, municipio Caroní, estado Bolívar”. Esta última, como se informa en los VI Convenios de Cooperación Energética, realiza productos químicos “para aumentar la producción de los yacimientos gasíferos y petrolíferos mediante la técnica de fracturamiento hidráulico”.

Recientemente, en mayo del 2014, agencias estatales de noticias divulgaron que Venezuela había programado su primera campaña exploratoria para petróleo en lutitas gasíferas, en el occidente del lago de Maracaibo, con una empresa mixta llamada Petrowayuú. Las propias notas describían la fractura hidráulica como una de las dos posibilidades de extracción.

Uno podría reconocer el avance que significa que el presidente Nicolás Maduro, en su particular campaña contra el fracking, haya puesto en la opinión pública la relación entre medio ambiente y actividad energética, siendo como somos un país petrolero. En un informe sobre Extractivismo en Venezuela, la ONG Laboratorio de Paz realizó 6 exigencias al Estado, entre las que se encontraban realizar los constitucionales estudios de impacto ambiental y consultas previas a las comunidades indígenas en cuyos territorios se desarrollen actividades energéticas.

 

 

2 Comments
  1. Y qué es el Fracking? Que artículo tan bueno y tan mal redactado! Nunca explican qué es el fracking ni sus ventajas ni desventajas sino que el lector cae en esta especie de vórtice donde se explica algo de importancia pero no explican elementos básicos sino que suponen que su lector ya sabe todo! Periodismo? No se supone que mientras más gente lea mejor? No se supone que mientras mejor te entienda tu lector mejor?

    • Hola Mate , me parece que no llegaste hasta el final. Hay dos intertítulos que explican claramente que es el fracking sus ventajas y desventajas: “una técnica centenaria”, “Las críticas”. Saludos.