Es poco probable que llegadas estas fechas no sintamos la necesidad de analizar, juzgar y reprobar nuestras dinámicas familiares. En momentos como éste, me gustaría saber qué piensa Freud de mí, porque yo sigo culpando a Disney y a sus modelos idealistas (e imposibles) de perfección en las relaciones humanas.
The Middle es otra serie que ha pasado debajo de la mesa, a mi parecer. Un sitcom bien escrito, definido por imdb.com como: Los percances diarios de una mujer casada y su familia semi-disfuncional; y sus intentos por sobrevivir la vida en general en la ciudad de Orson (Indiana). ¿Semi-disfuncional? No podría estar más en desacuerdo. Veamos los hechos.
Patricia Heaton (Everybody loves Raymond) y Neil Flynn (Scrubs) dan vida a Frankie y Mike Heck, un matrimonio promedio: clase media, mediana edad y padres de tres hijos bien característicos (el pavito lindo y deportista, la chica que lucha por ser popular como su hermano mayor y un pequeño geniecito ajeno a las banalidades).
Debo reconocer que en muchos de sus capítulos me he encontrado comparándola con Los Simpson, pero -obvio al ser serie y no animación, una sátira tan frontal podría caer mal en más de un estómago. Sin embargo, no es que se alejan del todo de asunto y nos confrontan con situaciones diarias en las que todos hemos dudado de nuestra capacidad para resolver un asunto, sin importar el rol que juguemos en nuestra dinámica familiar.
Para comentar sólo los capítulos relativos a estas fechas, podemos ver a la familia Heck enfrentar la carrera contra el tiempo para cumplir con las tradiciones “navideñas” y el origen del ánimo festivo –nada religioso, por cierto-; una visita de 12 días de los padres de Frankie durante las fiestas; los contratiempos de querer imponer una nueva tradición a última hora en tu vecindario; la necesidad de conseguir ingresos extras para mantener las tradiciones, mientras los hijos van creciendo y queriendo imponer algunas novedades; enfrentar la dinámica familiar en las celebraciones, luego de que el hijo mayor se va a estudiar a una Universidad de otro estado y cómo evitar perder el espíritu navideño ante la sucesión eterna de los mismos problemas al decorar la casa a última hora, ponerse de acuerdo en familia, etc. Sí, Ya ven por qué digo que ha pasado desapercibida: van 6 temporadas al aire por Warner Channel, con múltiples horarios de repeticiones y aún así tal vez tengamos una leve noción de su existencia.
El punto de esta serie es darle una visión divertida a todas las inseguridades que podemos coleccionar en el camino de la vida: como hijos, como padres, como hermanos. Como seres humanos nos es inevitable caer en la tentación de la comparación, de llenar estándares y expectativas y de confrontar esos estándares con la realidad de nuestra vida –de pronto sueno como un hombre analizando el porno- pero es así.
La realidad es que viendo honestamente dentro de nuestras propias dinámicas, todos estamos llenos de inseguridades, de “si hubiera” o de “por qué no mejor…” pero la realidad es que somos como somos: familias reales, imperfectas, con miembros disímiles que logran hacer tregua para disfrutar de estas fiestas o aceptar que estas fiestas son el campo de batalla preferido pero aún así, funcionamos. De allí parte mi discrepancia con la definición de imdb.com. ¿Cómo decir que los Heck son una familia disfuncional si, cada día, a pesar de sus diferencias de carácter, de juicio, de sus inseguridades individuales y en conjunto, como familia terminan unidos, aprendiendo los unos de los otros y apoyándose frente a los inconvenientes externos? ¿No es esa la idea de la familia? Como núcleo de la sociedad, como laboratorio para forjar carácter o como reforzamiento para no perder la fe ante una vida cíclica e inevitable, The Middle es una muy buena terapia familiar.
Comentarios
Comentarios
