El debate. El debate político de nuestro país debe estar centrado en la democracia: en la recuperación de los verdaderos espacios de participación, donde todos los ciudadanos puedan ejercitar su derecho y entender cuáles son sus deberes. Es el momento de una discusión bien centrada y abierta sobre el terrible dilema de corrupción que poseen nuestras instituciones y sobre todo como resolver de inmediato el enorme problema económico que tanto nos afecta a todos. En definitiva es el momento de crear una verdadera concertación entre los poderes que permita la recuperación del contrato social y aleje de una vez por todas al fenómeno polarizador que tanto, tanto daño ha hecho.
La pregunta clave. La coyuntura nos devora, entre cartas, denuncias de corrupción, y fidelización ideológica. La pregunta hoy es: ¿Hacia dónde va este nuevo modelo de socialismo?, ¿seguirá siendo un modelo para el sector más sensible y humilde o ampliara su mirada hacia otros sectores del país? Aunque me parezca maravilloso que el fallecido presidente Chávez haya tomado en cuenta a aquellos que no tuvieron voz por mucho tiempo, también considero que es importante la ampliación del concepto de “inclusión social” ya que el país está repleto de venezolanas y venezolanos trabajadores quienes se esfuerzan día a día por obtener más bienestar. Comencemos a pensar: todos somos patria, todos somos país, todos somos venezolanos.
Del hecho a la acción. El gobierno claramente se desvía de un socialismo real, para mayor indicador de esto la salida de Giordani, me guste o no, en el más estricto sentido del concepto teórico marxista de planificación, él era el único del gabinete ejecutivo que estaba claro en el modelo. La oposición se debate entre acusar al gobierno de corrupto, crear mecanismos como congresos de ciudadanos y convocar a marchas sin alineación política y ¿yo me pregunto? Si sale Maduro del poder ¿Cuál es el modelo o proyecto de país que proponen? porque hasta los momentos solo queda claro que quieren una salida, un cambio ¿y luego qué?
Necesitamos liderazgos nutritivos.Claro está que Maduro a pesar de tener el 56% de aprobación positiva de gestión -según todas las encuestadoras del país- no posee el nivel suficiente de gerencia para llevar al país. Nos hace falta renovación de nuevos liderazgos, pero también nos hace falta que tú, yo, nosotros comencemos a pensarnos políticamente, a fortalecer lazos y a brindar verdaderos espacios de diálogo y encuentro. El debate no está en los buros ni en las toldas de los políticos, está en la calle y en la conciencia que creamos.
Zulma Meléndez
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