Pedro Pablo Fernández, diputado por Copei, insistió en la importancia de decidir medidas económicas y que no deben ser tomadas solo por el gobierno.
“El diálogo no es que se suspendió es que nunca lo hubo. Lo que vimos por televisión fue una primera aproximación que fue más un debate que un diálogo. El diálogo es una palabra que está gastada y desprestigiada después de tanto uso. El diálogo no es el fin, es el instrumento. Lo que yo quiero es que el gobierno dialogue con todo los sectores para ver si podemos solucionar una crisis sobre todo económica que está arrastrando al país por un camino que es peligroso, porque lo vamos a sufrir, lo van a sufrir las familias. Están aumentando los índices de pobreza del Banco Central de Venezuela en niveles alarmantes.”
Pobreza y diálogo. “El procesos de reversión de la pobreza que viene retrocediendo desde el año pasado tiende a profundizarse. Tienen consecuencias sobre los seres humanos. Se convierte en desnutrición, en pérdida, en calidad de vida de la gente. Las medidas no las puede tomar el gobierno solo. Es absolutamente imprescindible que el gobierno haga eso en una política de diálogo con todos los sectores. Para mí es la primera responsabilidad que tiene el liderazgo político. No está para buscar el poder, sino para servirle a unos ciudadanos, está para servirle a una sociedad, para construir una sociedad mejor. Yo lo que veo es un liderazgo político que lo que busca es luchar por el poder , sobre todo en el gobierno, y no resolverle los problemas a los venezolanos.
El sacudón y la incertidumbre. “El país tiene una incertidumbre enorme: no sabemos que va a pasar con el país, con la violencia política, si el sector productivo va a tener dólares para continuar trabajando. El gobierno tiene que dar respuestas a los venezolanos. Cuando el gobierno dice que va a sacudir al país del 1 l 15 de julio y no toma ninguna medida y lo que anuncia es “vamos” para el 15 de agosto, lo que contribuye es a la incertidumbre”.
El despilfarro y el ajuste. Estamos a las puertas de un programa de ajuste económicos. La economía gozó estos años de una inmensa cantidad de recursos que venían de la subida de precios del petroleo, nos comimos las reservas internacionales y, además, pedimos prestados de manera desordenada y ahora toca ajustarse el cinturón. Mientras más temprano lo hagamos menos duro va a ser.