Ocho países latinoamericanos se comprometieron a replantar cerca de 20 millones de hectáreas de bosques antes de 2020, en lo que supone una superficie aproximadamente del tamaño de Uruguay.
Los ministros de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México y Perú lamentaron que los bosques de sus países están cada vez más amenazados por la minería ilegal, la tala indiscriminada y la expansión de las actividades agrícolas.
La iniciativa es apoyada por inversores privados que se han comprometido a donar más de 300 millones de dólares como parte de los esfuerzos globales para reducir la emisión de CO2 que causan el cambio climático.
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