Después de una semana de banalidades, redes sociales y soportar lo más arraigado de la estupidez humana en Selfie… ¡Volvemos a puerto seguro! Las series policiales/forenses han sido la apuesta segura de las cadenas de tv y TF1 (Francia) no podía quedarse atrás.
La dinámica comunitaria de la Unión Europea da pie y marco legal a muchos de los conflictos y delitos que enfrentan en Crossing Lines. La premisa de la serie es esa: un equipo interdisciplinario/internacional que ha de enfrentar los crímenes que rozan esas fronteras tan cercanas en Europa, para los norteamericanos se resume en un simple: A global FBI is born; cosa que, a mi juicio, no le hace justicia…
Esta serie es mayormente grabada en Europa y su casting honra la premisa central -supongo que el equipo técnico también-: británicos, franceses, irlandeses, norteamericanos, italianos, alemanes y pare usted de contar se encuentran para dar vida a esta serie que bastante honor le hace a la estética y ritmo de audiovisual europeo. Es así como veremos un discurso coherente y bien argumentado que se desarrolla con detalles a través de imágenes oscuras y melancólicas. Los grises y tonos tierra abundan, incluso en las escenas de exteriores no urbanos –que, debo decir, no son pocas-. En cuanto al ritmo, y muy a pesar de las escenas de acción –que también abundan-, el montaje me recuerda al de CSI Miami –sin las premoniciones de Horatio Caine, el alarde tecnológico ni los naranjas estridentes que rayaban la pupila-.
Crossing Lines es una serie seria, que da valor al guion y a la actuación por encima de los efectos especiales y lo hace muy bien. El casting tiene la fuerza de varios actores de carácter como Donald Sutherland, Marc Lavoine y William Fitchner cuyos personajes son –en lo personal y profesional-, el hilo conductor de la trama. También su discurso es honesto, no sólo porque los personajes dejen ver sus defectos humanos, sino porque se muestran como mortales… Esta no es la típica serie en la que el equipo de investigadores se parece más a la Liga de la Justicia que a un grupo de policías mortales, sí, ellos sí se mueren.
Ya a mitad de la primera temporada sacaron a uno de los personajes femeninos principales y quienes estábamos enganchados a la serie nos quedamos con los ojos claros y sin vista. Cruzar esta línea del casting, lejos de ser un golpe al reparto, insisto en que fue una visión honesta de la historia planteada y una buena excusa para incluir nuevos personajes y actores de la misma talla, es así como Carrie-Anne Moss entra en esta segunda temporada.
Debo reconocer que no he tenido tiempo de ver la segunda temporada como debe ser pero en cuanto pueda me pongo al corriente; cosa que no será difícil porque también es una serie de 12 capítulos por año. Para los interesados, está al aire para Latinoamérica en AXN.
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