¿Qué haría la unidad si estuviera gobernando en este momento? Respuesta sin pausa: lo primero que haría es que gobernaría, porque ahora no estamos siendo gobernados.
Así comenzó su entrevista en el programa de Vladimir a la 1 que transmite Globovisión, el responsable para el área internacional de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo.
“Se nota una excesiva prioridad de las complacencias en el seno del grupo en perjuicio de las decisiones que hay que tomar”, dijo Aveledo revelando que muchas de las decisiones que se toman se hacen para complacer esas clientelas internas, “hay decisiones que se toman pero que son apariencias de decisiones, que son espectáculos como por ejemplo lo incompresible que ha ocurrido con los directivos de una cadena de farmacias”.
La culpa es de la vaca. Para Aveledo es bien sabido que la escasez se debe a otra cosa, “no es un capricho ni una maniobra extraña. Hay escasez, hay inflación, eso está causado por las acciones y/o las omisiones del gobierno”, resalta el dirigente de la MUD asegurando que si los directivos de Farmatodo son delincuentes en razón de las colas que se hacen en sus establecimientos, entonces, “¿cómo hacemos con la gente del Bicentenario y las demás cadenas de comercialización?”, se cuestiona Aveledo.
Confianza y tranquilidad las claves de la MUD. Una de las principales acciones que se deben tomar de manera inmediata para encarrilar la economía venezolana consiste –a juicio de Aveledo- en generar confianza tanto en los sectores productivos como sociales para tenerlos como aliados.
“Necesitas un alianza con el sector empresarial fuerte, con el movimiento sindical fuerte y con la sociedad, por ahí empiezas. Tranquilizando a la sociedad se puede hacer que avance la economía y avanzando la economía tranquilizas a la sociedad”, explicó el ex secretario de la unidad destacando además que algunas medidas económicas el levantamiento del control cambiario son medidas que no se pueden tomar a la ligera.
“Que las medidas tiene que ser graduales, es cierto, nadie piensa que el control cambiario pueda levantarse de un solo golpe, pero es obvio que hay que resolverlo con cierta gradualidad”
Pasar de anuncios a propuestas. “En el ámbito petrolero se habla de algo que es muy obvio, el precio de la gasolina no se sostiene”, reitera el entrevistado pero al mismo tiempo critica que se haga de eso un anuncio para anunciar un anuncio que nunca se concreta, “eso al final tiene efectos negativos porque los precios suben con los expectativas pero no se ven los resultados positivos”.
Para Aveledo la mejor forma consiste en preséntale al país un paquete que incluya qué se va a hacer con Pdvsa, con las refinerías para que se produzca más, “presentar al país un proyecto le de confianza al país”.
Conspiración Internacional. “No estoy a favor de los golpes de Estado y punto”, enfatiza Aveledo asegurando, además, que el gobierno recurre a esos argumentos de la “conspiración internacional” cuando en realidad el problema ocurre en Venezuela. “La escasez no existe por ninguna conspiración internacional, existe como resultado de una política largamente aplicada y que acosó y le cortó sus espacios al sector productivo” razón por la cual –explica Aveledo- Venezuela terminó dependiendo de las importaciones y “ahora no hay con qué importar porque escasean las divisas”.
¿Golpe de estado en Venezuela? El responsable para el área internacional de MUD no está preocupado por un golpe de Estado en Venezuela, asegura que su preocupación se concentra en la debilidad de las instituciones y que ello termine produciendo desgobernabilidad. “Yo soy partidario, al igual que la MUD de que las soluciones a los problemas estén dentro de la Constitución, en el ámbito, en los linderos que la constitución establece”, afirma.
“Las instituciones deben funcionar como tal, si la Asamblea Nacional controlara al Gobierno, es decir, no aprobara todo lo que el gobierno presenta, no aprobara créditos adicionales a partir de enero, ¿Quién puede comprender que el presupuesto no alcance en el primer mes de ejerció fiscal?”, se cuestiona nuevamente Aveledo calificando de cajas de resonancia a las entidades del poder público pues solo se ocupan de los pareceres del ejecutivo.
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