El economista marxista y coordinador del Centro de de Investigación en Información Obrera (Cifo), Manuel Sutherland, se declara sorprendido ante la escasez de carnes y sus derivados, al analizar las cifras de importación de estos productos, cuya variación, en el período 1998-2013 fue de 21.693,21%.
El economista marxista Manuel Sutherland
¿Donde está la carne? A pesar de que lo que se pagó por importaciones, fletes e impuestos derivados por importación de los productos cárnicos, fue 216 veces más, el consumo nacional de la carne en el período 2003-2013, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) cayó un 23 %. Para el economista si se suma la producción declarada por la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenagas), unas 360 toneladas de carne para 2013, a la importación de este rubro, los anaqueles deberían estar “rebosantes” y llenos de carne, sin embargo, no es así.
Soberanía alimentaria en riesgo. Lo anterior se complica con la caída de las exportaciones que disminuyeron en el período 1998-2013 un 99,6 %. El economista destaca como hasta 2007 la importación y las exportaciones de carne estaban en equilibrio. Se importaba lo mismo que se exportaba. Pero a partir de 2007, el agro venezolano no produce suficiente carne, lo que hace al país vulnerable alimentariamente.
La carne, alimento desaparecido de los anaqueles a pesar de la caída del consumo, la producción propia y la elevada importación
La escasez. Para Sutherland, la escasez proviene del jugoso negocio cambiario, coincidiendo con la expresidenta del Banco Central de Venezuela, Edmée Betancourt, quien aseguró a mediados de 2013, que se habían fugado del país 20 mil millones de dólares: “Ese importador pidió dólares a 6, 3 Bs./$, digamos unos 100 dólares para traer 100 kilos. Por esa cantidad, pagó 630 bolívares. Ahora, vendiendo apenas 20 kilos de carne por contrabando, con un tipo de cambio de un dólar por 70 Bs, este empresario puede recibir 1.400 Bs. Con ello puede sobornar a los funcionarios públicos de aduana, tributos y a los militares que ‘custodian’ las fronteras. Los 70 kilos que no llegaron al país se convierten en algo menos de 70 dólares que el proveedor depositó en una cuenta en el extranjero del empresario. Dichos dólares, si decide venderlos, equivalen a 4900 Bs“.
El Cifo propone una Central Estatal Única de Importaciones que, en lugar de darle divisas a los empresarios, usa las divisas para importar por si misma y luego le vende a los diferentes sectores empresariales que pagan en bolívares.
Para leer el artículo completo en PDF, haz click en Artículo importación de carne.