Otros Tiempos

La protesta pácífica también es una muestra de madurez política

En Venezuela es común el uso de Símbolos Patrios en las protestas de distintos bandos políticos. Foto Cortesía de la Agencia Carabobeña de Noticias (ACN)

 

Hemos entrado en una etapa de madurez política, donde el ejercicio de participación ciudadana va en aumento. Donde estamos aprendiendo a ejercer nuestros derechos, a organizarnos y a expresarnos, buscando nuevas formas de hacerlo: Las protestas pacíficas y creativas, la salida política electoral,  los consejos comunales, la infociudadania, los nuevos partidos de base, el posicionamiento de diferentes colectivos feministas, la organización gay, el movimiento cristiano,  el debate constante del ciudadano de todas las edades sobre lo que es y lo que no debe ser. Se respira política, se habla de ello en fiestas, reuniones familiares, la esquina, la bodega,  la oficina, cualquier espacio es buena ocasión, para  encontrarnos o para disentir.

Todos tenemos un familiar o un amigo cercano que nos dice: “la verdad es que antes las cosas no eran así”,  “en mi época esto no pasaba”, ”antes las cosas eran mejor”. Si nos adentramos  en estas frases tan populares encontramos no solo una demarcación del  tiempo, sino una connotación emocional que se refleja en la memoria colectiva. La idea es conservar  las representaciones y significaciones más importantes, más positivas y más intensas. Son los recuerdos tipo tatuaje que permiten una adhesión al sentido de lo “común”, a aquello que nos une,  que compartimos todos. Siempre hemos sido así. Nuestra memoria colectiva está construida mayoritariamente de aspectos positivos, por eso tendemos a recordar lo bueno sobre lo malo.

Maurice Halbwachs, el creador del concepto de memoria colectiva, hace alusión a una idea interesante: la memoria-hábito. Explica este filósofo y sociólogo, que esta memoria toma los aspectos más operantes, del recuerdo de lo que somos, y los utiliza para activar comportamientos funcionales y propicios para generar bienestar social. En otras palabras, poseemos en nuestro imaginario, concepciones de ejemplos positivos que ayudan a modelar la cohesión social.

¿Podemos pensar que justo ahora en el país ocurren hechos de gran impacto positivo, en medio de un escenario de cambios constantes como el que estamos atravesando (inflación, devaluación, inseguridad, protestas, desabastecimiento, polarización, etc.)? ¿Cuáles son los  indicadores de comportamientos subterráneos que están orientando la vida social de nuestro país, y que justo ahora están cultivando venezolanas y venezolanos con una mirada y accionar distinto?  ¿Los hay? ¿Sí? ¿No?

Sé que la respuesta es difícil.  Lo es porque lo que estamos viviendo es complejo. Sin embargo, Yo creo que sí, y para hacer de estas letras un planteamiento más álgido, mi punto de puesta a lo positivo lo haré desde el tema político.

Mas allá de las posiciones por color, esto nos ha permitido  empoderarnos  de nuestro país. No es solo  el legado de Chávez o el camino de Capriles, somos nosotros, apareciendo en la escena, re-creando desde la exigencia, desde la crítica, desde el derecho, desde el reconocimiento, un espacio dentro de la decisión política.  No estamos recordando lo que no éramos, estamos siendo lo que somos, un país hermoso lleno de luchadores y luchadoras, con estilo propio,  ciudadanos con ganas de ser más venezolanos, con sello de sonrisas. 

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