El gobierno toma Farmatodo por ‘guerrilleros’ económicos
El presidente Nicolás Maduro anunció este domingo que tras irregularidades detectadas en una de las cadenas de superabastos de farmacia, se ordenó la incorporación de las tiendas al sistema de distribución público de alimentos.
(c) Cambur y Medio Inc.
Maduro cargó contra los dueños de la cadena:
“Tienen todos los productos en la tienda, en el almacén y sabotean porque de 10 cajeros sólo colocan 3 y esos estaban descargando un camión; la finalidad es irritar al pueblo y como tienen bastantes tiendas en el país lo que hacen es que se vean colas, es como una táctica guerrillera. Tenemos que actuar con toda la Ley”.
Los dueños y directivos de la empresa fueron detenidos, además de dos gerentes de tienda el pasado sábado 31 de enero, según anunció el jefe de Estado, y se presume el 2 de enero sean presentados en tribunales de control a primera hora.
La cadena se defiende
La empresa asegura que la situación se generó por un error operativo en la tienda, mientras que el gobierno asegura haberlos agarrado con las manos en la masa y que ahora pretenden, en un acción calificada como cobarde, “culpar a los empleados”.
Entre los detenidos se hallan Pedro Angarita, presidente de la firma, el vicepresidente de operaciones, el director de relaciones institucionales y el director de seguridad, quienes estan incomunicados y sin ver a sus familiares; los gerentes de la tienda de Los Ilustres, sucursal que causó la actuación del Sebín, fueron dejados en libertad la tarde de este domingo.
La cadena tiene 95 años operando en el país. Son 167 sucursales y aproximadamente 9 mil empleados en todo el territorio nacional; Según cifras de la empresas, las farmacias atienden a de 10 millones de consumidores al mes.
En un comunicado emitido por la empresa, Luis De Llano, vicepresidente de relaciones corporativas de Farmatodo, destaca que la compañía es 100% venezolana, y que la colaboración de la misma con el gobierno ha sido total. En 2014 las cadenas comenzaron a racionar bienes de primera necesidad a ser adquiridos semanalmente. La directiva tomó esa decisión porque el 70% de las personas que hacen colas eran revendedores:
“Nos dimos cuenta de que muchos nos utilizan como una especie de mayoristas para sus ventas irregulares, y decidimos frenar la situación desde lo que estaba en nuestras manos”
Vía 2001
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